Precio económico, fácil instalación, alta durabilidad y, además, los que menos generan suciedad. Son muchas las ventajas de un intercambiador de calor tipo placa.
Gracias a este sistema, el calor logra penetrar en la superficie, separando el medio frío del calor de la forma más eficiente posible.
Muy habitual en ámbitos industriales relacionados con el sector de la alimentación, sector farmacéutico, químico, plantas siderúrgicas, eléctricas, naval… y muchos otros sectores implicados en actividades muy dispares.